Aquí os dejo un texto con un tema muy apropiado para la Semana Santa. A los de primero les pido que analicen la coherencia (tema, resumen y estructura), que hagan la valoración personal y la modalización. A los de segundo les pido lo mismo, pero con el análisis de la cohesión añadido, que para algo están en segundo, oye.
Por lo demás, espero que paséis unas buenas fiestas, que comáis muchas monas (nunca que las pilléis) y que seais felices volando vuestras cometas y respirando el aire azul de este abril festivo que se nos viene encima.
La creación
Razón tenía la serpiente del paraíso
cuando le dijo a Eva: si probáis esta manzana del árbol de la ciencia, seréis
como dioses. Recientemente unos científicos de Estados Unidos y de Europa han
extraído un cromosoma de una célula del hongo que fermenta a la cerveza y lo
han sustituido por un cromosoma artificial, creado en el laboratorio. La célula
lo ha reconocido como propio y ha seguido su desarrollo natural. Después del triunfo
de la serpiente dijo Dios: “Ved ahí a Adán que se ha hecho uno de nosotros”. Y
lleno de cólera decidió expulsarlo del paraíso. Que los científicos están a
punto de adelantar a Dios por la cuneta, empieza a ser un lugar común en
biogenética. Está ya al alcance de la mano la manzana científica que dará paso
a la segunda creación del Génesis, ahora a merced del cerebro humano. El poder
de crear vida artificial no va a tener límites. Primero estará al servicio de
la medicina para curar enfermedades y recomponer órganos y tejidos viejos o
dañados, pero nadie ni nada podrá detener la morbosa curiosidad de la
inteligencia humana cada día más excitada en ese camino hacia la oscuridad
insondable de la materia donde ya se ve aletear la membrana de la inmortalidad.
En el futuro los científicos podrán fabricar una increíble variedad de
engendros, toda clase de animales nuevos, homínidos, neandertales, seres
mitológicos como las sirenas y los centauros, series de esclavos robotizados,
los verdugos necesarios para dominar una sociedad de súbditos humillados por
élites rubias muy escogidas, que serán como arcángeles. Clérigos de voz oscura,
con un capuchón de oro en la cabeza, amenazarán a la humanidad con el castigo
de una lluvia de azufre, pero ningún profeta podrá recriminar nada a la ciencia
en este sentido. Basta con ver el National Geographic y cualquier
telediario. Las criaturas más diabólicas que puedan salir de los laboratorios
no lograrán ganar en maldad a los monstruos que ya pueblan este mundo, fieras,
bichos venenosos y otras especies malignas, gente cruel y fanáticos tipo Rouco
Varela, que parecen regodearse presagiando una nueva guerra civil. Si los
científicos consiguen erradicar el gen de la violencia a sus nuevos engendros,
sin duda será mejor, más pura y suave la vida que nace ahora del hongo de la
cerveza.
Manuel Vicent
El País
Abril 2014
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