lunes, 3 de octubre de 2011

EL RETO DEL RECICLAJE VERBAL



Caminando durante más de quince minutos hacia el contenedor de vidrio más cercano con el objetivo de reciclar las botellas que desde hace semanas se acumulan en el banco de mi cocina, se me ha ocurrido que, igual que hacemos con el plástico, el cartón y el vidrio, podríamos hacer con las palabras. El otro día hablamos de palabras en vías de extinción y de otras que ya han muerto porque la cosa a la que designaban ya no existe o porque no se utilizan. Y entonces (esas cosas hacemos los profes de lengua) se me ha ocurrido que podríamos reciclarlas, es decir, volver a darles uso aunque fuera cambiando su significado. Buscando por la red me encuentro con un blog (http://virutas.wordpress.com/2007/04/16/las-palabras-muertas/) donde se citan algunas de las palabras que la Real Academia va a suprimir (cito textualmente):

"La Academia Española de la Lengua anda preparando un nuevo Diccionario en el que va a suprimir un buen número de vocablos en desuso; es decir, palabras muertas; es decir, va a proceder al sepelio de palabras fallecidas que ya nadie usa ni sabría usar. ¿O acaso conoce alguien el significado de “piujar”, “retrónica”, “lanteja”, “lagana”, “cader”, “fallazgo”, “acertajo”", “churriana”, “alfonsearse ” o “atraquina”? Entre otros."

¿Qué os parece el reto? ¿Alguien se anima? Yo pruebo con una (y eso que no sé el significado de ninguna). Churriana: dícese de las mujeres que tienen mal gusto en el vestir. Ejemplo: Salustiana (esto es por aquello de reciclar también nombres propios, y por la rima) va siempre hecha una churriana.

Espero respuestas creativas (y también palabras nuevas que hayan desaparecido del diccionario)

Nota: tendrían que poner los contenedores de reciclaje más cerca de las casas de los profesores de lengua.

domingo, 2 de octubre de 2011

TERROR





Este trimestre es muy propicio para la literatura de terror. Seguro que todos conocéis leyendas urbanas de esas que se cuentan alrededor del fuego en los campamentos de verano o con la luz apagada en las tardes de invierno. Son historias que algunas personas relatan como si les hubieran sucedido a ellos, o a un amigo, o al amigo de un amigo. Hay versiones por todo el mundo y sin embargo nos siguen dando miedo ¿Conocéis alguna? Yo os dejó un clásico: UN LOCO ANDA SUELTO. ¡Ah! Y si os interesa el género de terror, estos días tendréis más pistas por el instituto...

Un loco anda suelto

Una pareja viajaba en coche por un sitio boscoso alejado de la civilización, era de noche. El chico se había alejado de las carreteras principales y no se veía ninguna luz.

Su novia empezó a buscar alguna emisora de radio interesante y dio con una de noticias. El locutor pidió atención a los oyentes y contó que un enfermo mental peligroso había escapado de un sanatorio. La policía le estaba buscando y habían perdido la pista en una gran zona boscosa.

- ¿Te imaginas que ese loco esté por estos bosques?. -Preguntó la chica a su novio.
- No digas tonterías, cari, ¿tú sabes la cantidad de bosques que hay en esta región? -respondió el chico.

De repente, ¡PLOF!, ¡PLOF, ¡PLOF!, ¡PLOF!, ¡PLOOOOOF!... el coche se paró.
- ¡MIEERRRRRRDAAAA! Nos hemos quedado sin gasolina! -exclamó furiosamente el chico.
- ¿Y ahora qué vamos a hacer? no hay ningún pueblo cerca, no se ve ni una luz-, susurró sollozando la chica.
- Tranquila, ahora mismo cojo la garrafa de emergencia y me voy a buscar alguna gasolinera o alguna casa donde pueda llamar por teléfono.
- ¿No me irás a dejar sola? ¿verdad? - dijo la chica.
- Eres una histérica, no te va a pasar nada, cierra los seguros de las puertas y ya está, no tardaré en regresar- respondió el novio.

Así que el chico cogió la garrafa, cogió la linterna, dio un beso a su novia y partió.

La chica cerró los seguros de las puertas, se fue al asiento de atrás, se tapó con una manta y se acurrucó muerta de miedo.

El tiempo pasaba, una hora, otra hora, y el chico no regresaba. La chica cada vez más nerviosa miraba su reloj debajo de la manta.

De repente... ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, unos fuertes golpes en el techo del coche, la chica intentó gritar, pero apenas un hilillo de voz salió de su garganta.

¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!,

El ruido no cesaba, cada vez los golpes más fuertes.
La chica, aterrorizada, pedía a Dios que pronto viniese su novio.
¡PLOM!
¡PLOM! ¡PLOM!

Al rato la chica escuchó otro sonido, era la sirena de un coche de policía que se detuvo a su lado.

¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!
El ruido seguía.

Un agente se acercó a la puerta de atrás donde estaba la chica.
- Abra la puerta por favor, soy agente de policía.
La chica abrió la puerta.

¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!,
- Por favor señorita, salga del coche y acompáñeme, pero ante todo no mire para atrás, no se le ocurra mirar a su coche -dijo el agente.

¡PLOM!,
¡PLOM!, ¡PLOM!,

La chica, haciendo caso omiso de las indicaciones del agente, miró hacia atrás, hacia su coche.
¿A que no sabéis lo que vio?
A un loco, encima del techo del coche, dando golpes con la cabeza cortada de su novio.

¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!.