domingo, 2 de octubre de 2011

TERROR





Este trimestre es muy propicio para la literatura de terror. Seguro que todos conocéis leyendas urbanas de esas que se cuentan alrededor del fuego en los campamentos de verano o con la luz apagada en las tardes de invierno. Son historias que algunas personas relatan como si les hubieran sucedido a ellos, o a un amigo, o al amigo de un amigo. Hay versiones por todo el mundo y sin embargo nos siguen dando miedo ¿Conocéis alguna? Yo os dejó un clásico: UN LOCO ANDA SUELTO. ¡Ah! Y si os interesa el género de terror, estos días tendréis más pistas por el instituto...

Un loco anda suelto

Una pareja viajaba en coche por un sitio boscoso alejado de la civilización, era de noche. El chico se había alejado de las carreteras principales y no se veía ninguna luz.

Su novia empezó a buscar alguna emisora de radio interesante y dio con una de noticias. El locutor pidió atención a los oyentes y contó que un enfermo mental peligroso había escapado de un sanatorio. La policía le estaba buscando y habían perdido la pista en una gran zona boscosa.

- ¿Te imaginas que ese loco esté por estos bosques?. -Preguntó la chica a su novio.
- No digas tonterías, cari, ¿tú sabes la cantidad de bosques que hay en esta región? -respondió el chico.

De repente, ¡PLOF!, ¡PLOF, ¡PLOF!, ¡PLOF!, ¡PLOOOOOF!... el coche se paró.
- ¡MIEERRRRRRDAAAA! Nos hemos quedado sin gasolina! -exclamó furiosamente el chico.
- ¿Y ahora qué vamos a hacer? no hay ningún pueblo cerca, no se ve ni una luz-, susurró sollozando la chica.
- Tranquila, ahora mismo cojo la garrafa de emergencia y me voy a buscar alguna gasolinera o alguna casa donde pueda llamar por teléfono.
- ¿No me irás a dejar sola? ¿verdad? - dijo la chica.
- Eres una histérica, no te va a pasar nada, cierra los seguros de las puertas y ya está, no tardaré en regresar- respondió el novio.

Así que el chico cogió la garrafa, cogió la linterna, dio un beso a su novia y partió.

La chica cerró los seguros de las puertas, se fue al asiento de atrás, se tapó con una manta y se acurrucó muerta de miedo.

El tiempo pasaba, una hora, otra hora, y el chico no regresaba. La chica cada vez más nerviosa miraba su reloj debajo de la manta.

De repente... ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, unos fuertes golpes en el techo del coche, la chica intentó gritar, pero apenas un hilillo de voz salió de su garganta.

¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!,

El ruido no cesaba, cada vez los golpes más fuertes.
La chica, aterrorizada, pedía a Dios que pronto viniese su novio.
¡PLOM!
¡PLOM! ¡PLOM!

Al rato la chica escuchó otro sonido, era la sirena de un coche de policía que se detuvo a su lado.

¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!
El ruido seguía.

Un agente se acercó a la puerta de atrás donde estaba la chica.
- Abra la puerta por favor, soy agente de policía.
La chica abrió la puerta.

¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!,
- Por favor señorita, salga del coche y acompáñeme, pero ante todo no mire para atrás, no se le ocurra mirar a su coche -dijo el agente.

¡PLOM!,
¡PLOM!, ¡PLOM!,

La chica, haciendo caso omiso de las indicaciones del agente, miró hacia atrás, hacia su coche.
¿A que no sabéis lo que vio?
A un loco, encima del techo del coche, dando golpes con la cabeza cortada de su novio.

¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!, ¡PLOM!.

3 comentarios:

  1. Se me ha subido el corazón a la garganta en cuanto he leido "...dando golpes con la cabeza cortada de su novio" yo lo paso muy mal con estas cosas, me meto mucho en la piel..

    aquí va mi leyenda, que no es leyenda si no que vienen a ser un par de historias vividas por un conocido de mi madre que con su madurez no creo que lo que nos contó fuese mentira..

    Bueno pues este señor de joven ayudaba en la cruz roja con otro grupo de jóvenes y hacían guardias en una casa bastante antigua, y claro, de noche, en una casa antigua ¿a quien no le da morbo jugar a la ouija? pues sí, jugaron a la ouija. "Contactaron" con un señor y comenzaron ha hacerle preguntas, pero como es normal, uno de sus compañeros que no se lo creía le pidió que se manifestase, empezaron a temblar los muebles con tanta mala suerte que uno le cayó encima y lo mató, todos salieron corriendo y apareció en el periódico que murió debido a un accidente de tráfico..

    En otra ocasión que jugaron, que no se si fue antes o despues de que le sucediera eso a su compañero (que si fue después vaya ganas) contactaron con el número 777 éste es el anticristo (también existe el 666 que el diablo) y bueno, hablaron con él y terminaron la sesión de ouija, rompieron el vaso y tuvierón durante 3 días detrás de ellos un espíritu llamado "El burlón" este espíritu se hico pasar por el anticristo y si te topas con él te persigue durante unos dias y te das cuenta porque oyes sus insultos hacia ti, te toca en la espalda para que te gires y no veas a nadie y se rie de ti (miedo insaid).

    además de jugar a la ouija también jugaron a "invocar a Verónica" que según cuenta la leyenda (otra leyenda) esta mujer era costurera y se suicidó con sus tijeras de costura y el juego trata de cojer unas tijeras de costura, atarlas con lana roja (esto es para que no se te claven en el caso de), meterlas dentro de un libro y éste comienza a dar vueltas cuando contactas con ella. Pues una de las veces que contactó en esa misma antigua casa donde hacía las guardias escucharon pasos arriba y caía la cal como en las películas de miedo y en otra ocasión la vieron, y según él era rubia, con el pelo rizado, muy guapa de cara y si mirabas hacia los pies la veias flotando.

    Pasé muy malas noches despues de saber esas historias porque yo sí creo en los espíritus y me fío del amigo de mi madre, es una persona bastante seria como para inventarse cosas así

    Salu2!

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  2. Pues yo casi prefiero que todas esas historias no sean verdad ¡Qué miedo! Aunque claro, quién no ha probado alguna vez con la ouija. Hasta los poetas juegan. Una vez, uno de ellos, uno de los grandes, contó que hace años "jugó" a la ouija con otros escritores y que se asustaron mucho cuando el espíritu que se les apareció, como no podía ser de otra forma, era el de otro poeta grande: Juan Ramón Jiménez, que aprovechó su presencia entre los vivos para criticar algunos de sus poemas. Aunque esta historia es más de risa que otra cosa.
    Gracias por tus historias Marta.
    A ver si la gente se anima.

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  3. La historia da canguelo,de verdad,a mí me pasa eso y me da algo.Más leyéndola las horas que son y las fechas que se acercan... Y,hablando de ouija,a mí más que miedo me dio risa jugando con unas amigas,pero obviamente fue por internet,y eso lo maneja un programa informático,más que nada por eso,porque yo con las de verdad sí que no juego,vamos,ni mirarlas,que mal agüero.

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